Asalto a cubierta por la puerta de atrás

Lo detesto con rabia sorda y aquí el odio no tiene nada que ver con valores ni violadores. ¿Qué les importa? Es pura versión jarocha.

La única forma de superarlo es el entierro. Mil metros bajo la paciencia será el descanso para lo eterno: basura que no deja. No hay entierros que florezcan a raíz de pavimento con los valores otros, los que se amasan sin pan ni conciencia. Le atino al destino pero no a encontrar la caleta. Colección encubierta. La pasta cretina pasa por los lados sin verla. 

¿Tendrán memoria los ancestros o padecen de amnesia? Simplemente olvidaron la herencia.

Lo detesto a cuatro manos: un fondo sin botella no se llena como coladera. Nadie se traga las gotas mientras las cuenta: se pierde la cuenta o derraman las gotas. No hay tiempo que perder; los paisanos se van a la guerra por andar escogiendo el bando que no les tocaba. Urdieron un plan maquiatropico pero arriaron las velas a la hora del viento: quedo el retromotor sin aliento. 

¡Al abordaje! La única manera de continuar es saltarse las trancas. La frontera con desechos será violentada. Patente de origen eres y en copia te convertirás. No hay alternativa, solo alternancia: seguir cosechando enseres inversos aunque quiten el hambre es peor que suicidio anunciado: pasan carta de naturalidad cuando el acto de nacimiento es apócrifo. 

¡Viva la nave pirata por original!

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