Torba sin estrella

Nadie puede calificar de crucial lo que es incapaz de sacrificar. Cualquier otra cosa manipulada entre corcheas es simplemente cortarse las venas con un cuchillo de avena. Costo de cualquier mes pago por un precio barato. No tienes ni idea de lo que es bajarte la pantaleta para volver a anidar: crucificas la simpatía por una mala sorpresa. Voy por ella detrás del encaje, no por bella. Tengamos la certeza de que mejor le hace el que se hace que la que hace como que hace y piensa que los otros piensan que no le hace. Ya cayo en la ratonera antes de salir: lleva las mallas puestas. 

Ahora es cuando más haces cosas. ¿Cómo te lo voy a compensar? De la misma manera que más bien es la otra: con moneda. Curso que no me queda, ventea. Posima de la imaginación que denota un buencamino con el deseo de que no tenga regreso. Proscribe a la maldicion y espera a la buena suerte de que lo que sea decreta. Eso dice el abracadabra. Prescribe cuando la lampara se ilumina. 

Y entonces será: abrirá la otra compuerta y no habrá necesidad de utilizar la llave ni de cargar la cobija. 

¡Qué bien chingan! dijo el corresponsal de guerra a la turba de mosquitos cuando no le dejaban tomar fotos porque le atizaban como si contra el fuera la pelea. Mejor bien que mal le contestaban. Tienen razón: no es lo mismo bienchingas que malchingas, por aquello de que lo que está mal siempre tendrá una connotación negativa. 

Toda la disgreción anterior es solo para acallar las vanas ilusiones: la cucaracha siempre se engañara sola. Aunque se disfrace de sapo: por más que engorda no pierde su muy original forma. Póngase las púas para el lado que sea; se le notan las antenas. 

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