El otro factor femenino

Hace una década se hablaba de "cuotas de género" para respaldar y estimular la participación de las mujeres en la política; hoy se dice "equidad de género" como sinónimo de paridad. Su aplicación está en boga y sus formas generan polémica pero es algo que ya no se detiene.

Hay otro factor femenino con creciente simpatía social y consiguiente influencia política: las esposas de los políticos. 

De otros tiempos son las llamadas Primeras Damas hacíando las veces de literales damas inertes de compañía. De una nota periodística titulada La Mujer del Político se recoge la siguiente declaración: "Mary Wilson, esposa de quien fuera primer ministro inglés Harold Wilson, públicamente se preguntó si no sería lo mismo usar un maniquí, ponerle sombrero en la cabeza y flores en las manos y ponerlo en lugar de ella."

Los tiempo, señoras y señores, han cambiado. Lejos queda como si fuera solo excepción el caso de Imelda Marcos gobernando Filipinas en relevo de su marido. Más recientes, las democracias occidentales incorporan el factor con relativa aceptación. Carla Bruni atemperó los vendavales franceses al lado de su esposo, el entonces presidente Nicolás Sarkozy. Y qué decir de Hillary Clinton antes y ahora: representa el caso paradigmático ante la posibilidad de que gobierne a los Estados Unidos. En cascada, se pueden encontrar infinidad de ocasiones lugares y niveles en los que el fenómeno sucede.

El factor es utilizable y veo síntomas locales:

Previo a la definición de la candidatura del PRI al gobierno del estado se llegó a decir en pasillos que si Mauricio Góngora no era el ungido sería "recompensado" con la candidatura de su esposa, Cinthya Osorio, al gobierno de Solidaridad. El comentario lo que enrealidad hacía era reconocer el fuerte activismo, presencia social y mediática que ha ido adquiriendo la pareja sentimental del virtual candidato a gobernador. Es de esperar (como ya se ve) que tenga un rol fundamental en su campaña.

De Cozumel trasciende que Gina Ruiz Chávez, esposa del actual Presidente Municipal, será quien busque sustituir a su marido en el cargo.

Cualesquiera sean los resultados el fenómeno crece y en las modernas contiendas electorales no puede ser desdeñado.