Ganar la previa ¿como sea?

La mejor victoria es la que se obtiene sin combatir, dice una de las máximas de El Arte de la Guerra. En la confrontación electoral la premisa vale para quién mejor logre mermar el animo, la moral, la unidad y las adhesiones en las filas del contrincante, antes de que los electores depositen la primer boleta. Para entonces, la sorda e intensa disputa por posiciones, recursos y aliados debió recorrer un largo y sinuoso camino de intrigas, fintas, soplidos, amagos y traiciones.

En esas previas estamos. Para el observador avispado puede ser la etapa de más interés; incluso divertida. No importa que se desconozcan tramos de la información al detalle: parte del juego trata de intuir, suponer, deducir y hasta adivinar decisiones y acciones. Compleja partida de ajedrez con fichas vivientes.

Mientras la contienda se mantiene dentro de esos parámetros de 'civilidad' política el sistema se recrea a sí mismo, se regenera e incluso, fortalece. Pero en Quintana Roo el sistema político tiene abierta una grieta con creciente desgaste producto de los arrebatos del poder, cuando se ve vulnerable, y derriba por la mala al rival más fuerte. Hasta hoy ha sido meterlo a la carcel.

Esta previa que enfrenta es, con mucho, la más desafiante: sus movimientos y maniobras, por muy espectaculares, pintan para insuficientes. Veremos si alcanza tolerancia o qué escoge como arma suicida. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”