México, fábrica de pobres

Según reciente reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe(CEPAL) "la pobreza disminuyó en la mayoría de los países latinoamericanos a una tasa anual de entre 3 y 14% en los últimos cuatro años. Pero en el caso de México la tendencia fue contraria y la pobreza aumentó en un 3% anual." Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) reitera el diagnóstico con sus propias cifras: la pobreza en México va a la alza.

Sigue la venenosa mata dando. Fabricar pobres es el privilegiado deporte de unos cuantos, nacionales y extranjeros, que se vencen a la necedad voraz de acumular capital frente a la necesidad social de estabilidad. Las políticas económicas gubernamentales lo estimulan. Para nada diferente han servido las mentadas reformas estructurales.

La CEPAL agrega que la diferencia comparativa radica en que en aquellos países "la mejora en el ingreso de las familias influyó entre un 55 y 65% en la disminución de pobres."

Es decir, el hilo negro: mejores salarios y facilidades económicas para que fluya el circulante. Mientras, aquí, todo es acaparar, monopolizar y ahorcar a la mayoría, a la vez que se exonera de sus responsabilidades públicas a los que más tienen.

¿Qué nos pasa que se permite semejante despropósito con tanta impunidad? 

Nos pasa que el descontento se fuga y expande de manera socialmente descompuesta, dispersa, frustrada, migrante y criminal. Progresivamente se va manifestando como enfermedad social. La peor forma.