Coletazo del dinosaurio


De manera inusual el padre se ausentó de casa un domingo, día que ocupaba religiosamente para estar en familia. Una familia promedio a merced del clientelar Estado benefactor: ¿A dónde fue papá? Fue a votar. ¿Y eso para que? Para que no le quiten el trabajo.

Medio siglo atrás y el corporativismo priista estaba en su apogeo. El partido-gobierno competía contra espantapájaros pero aun así forzaba la asistencia a las urnas para presumir internacionalmente su democracia simulada.

Muchas luchas callejeras (muertos incluidos) y cambios normativos después, las cosas en el mundo y en México son diferentes.  Sin embargo el PRI sigue siendo el mismo. Se adapta pero no cambia, fiel a su esencia histórica antidemocrática, corporativa, irrespetuosa de las libertades individuales.

Como si fuera el gran golpe mediático y político -proeza con ventaja electoral- el PRI difunde foto y nota de algunos taxistas cancunenses mostrando su 'afiliación masiva' al partido de sus supuestas convicciones. Quinientos dice. De pena. Y si fuera, ¿es realmente libre y voluntario? Simple coletazo del dinosaurio. Se adivina la sonrisa helada de quien posa para evidenciar en la foto que está cuidando el trabajo. Como hace medio siglo. Habrá quien se lo crea pero de seguro abundan los que simulan. Lo pueden hacer porque hay otras opciones para el desquite y con ello suavizar el agravio.

Taxistas afiliados al PRI
(tomada de internet)

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