De perdis

En algún momento me perdí.
No, le contestaron las voces de su interior, siempre estuviste perdida. Demasiado tarde te avisas. De perdida te hubieras dado cuenta a tiempo.
No, ahora yo digo que no; de perdida me hubiera ido mejor.
Confundes reptar con arrastre.
La soga aprieta y el dedo menor palpita. ¿Alguna otra salida, aunque sea de emergencia, sin la llave escondida?
Lo que hiciste: saltar sobre el charco y cambiarte de acera.
Ya decía…
No digas. Es la hora de soltar la bandeja. Un giro en el que puedas plasmar la firma. Sin figura.
Estoy en ese instante en el que la inspiración viene con una vieja melodía.
Espero que sepas escoger el repertorio de cada día.
Peor que eso. Cargo con el peso de los ruidos externos, los que me rodean sin control, impiden escuchar cualquiera.
¿Te inspiras?
Bajo el agua y detrás del sueño. Sin la música.
La tinta se seca.
Se seca.

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