Zoología política
Si tratamos de
conocer mejor la terminología coloquial que hace uso del ramal zoológico para
asemejar a cierto tipo de personajes de la política con animales, nos toparemos
con que no hay en la red algún catálogo específico pero si un gran deporte
internacional -nada metodológico pero muy variado- en el que la fauna es
utilizada según gusto, preferencia o costumbre de quien y donde lo diga. En
precisión, es el uso de calificativos con una pesada carga peyorativa e incluso
acusatoria contra los políticos.
Cada quien ve a los
suyos como le parece. Encuentro un "manual de zoología política" para
tildar de avestruces, lobos, arañas, koalas, cigarras, monos, burros de carga,
calamares y perros de hortelano a diversos políticos españoles. Otro "manual" argentino que sólo es para darle duro al actual Presidente por tomar y difundir
una foto de su perro sentado en la silla presidencial: el y su can son lo
mismo, dice, porque ninguno de los dos ostenta el verdadero poder. Y uno más, mexicano, cuyo imaginativo bestiario, para una nueva mitología, escoge "a
los diez políticos más representativos de nuestro atribulado país… que han
conquistado con méritos sobrados su derecho a figurar en esta taxonomía del
despropósito y la zafiedad."
En general, un
amplio recital disparejo de zoología con más de títulos, columnas, suplementos
y artículos varios donde prácticamente cada ejemplar de la fauna encuentra su
par y hecho para enfatizar que la política es para las bestias.
¡Pero
si el mismísimo Aristóteles dijo que esa era la naturaleza distintiva del hombre
viviendo en comunidad: el Zoon Politikon! Aunque desde la literatura y la
filosofía, que buscan los puntos de encuentro entre la parte humana y la
animalidad, entre el animal y el superhombre, también se raspan las mejores
intenciones: "Como animales hemos fracasado y como hombres somos una existencia
tensada, estamos entre la naturaleza y los monstruos".
Más sencillitos,
para el ámbito político y electoral en México referimos con frecuencia términos
como grillo, chapulín, mapache y chivo expiatorio.
¿Y los borregos?
También hay.
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