El agua es de todos
El
agua es la vida misma, verdad de Perogrullo. Si tenemos derecho a la vida,
entonces el acceso al agua es un derecho de todos. Sin embargo, su creciente
escases pone en entredicho la posibilidad de verlo satisfecho en pleno. Hay
quien dice que será causa de conflictos y guerras. Datos de la ONU afirman que
más del 40% de la población mundial se ve afectado por problemas de suministro
y probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto
del cambio climático. Estima que para el 2050 al menos una de cada cuatro
personas en el planeta se verá afectada por su escasez recurrente. El dato es
escalofriante.
Consecuentemente
el agua está siendo objeto de apropiación por parte de algunos particulares en
detrimento de la necesidad de todos.
Acaparamiento legalizado por gobiernos irresponsables que
deberían garantizar el suministro a sus pobladores. Quintana Roo ha puesto el
deplorable ejemplo, empezando por Cancún y el proceso se va expandiendo en el
estado. El hecho apunta en sentido absolutamente inverso al propuesto por los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia el 2030 que se
proponen "garantizar la disponibilidad
de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos."
Pero
todo atentado a los derechos básicos siempre trae consigo la resistencia. Es en
Solidaridad donde se está presentando de manera más clara donde los ciudadanos
se están organizando para demandar el suministro sin contratar con Aguakan, la
empresa privatizadora. Habrá que seguir de cerca este proceso y emular su
ejemplo.
Por
cierto, en el mundo, México es el principal consumidor de agua embotellada.
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