Encuestas y mensajes
De las encuestas y
las mediciones de opinión surge la toma de decisiones. Cuando en las campañas
electorales las encuestas son favorables las dan a conocer con tal intensidad
que llegan a confundirse las que reflejan el sentir de un segmento real de la opinión
pública de las que están hechas a modo de quién las manda a hacer. Confundir
también es parte de la contienda.
Llama la atención la
discreción estadística en esta campaña electoral. En los medios públicos no se
habla de encuestas y creo que se debe a una sola cosa: las que se sabe que
circulan discretamente entre los partidos políticos, incluido el PRI, indican una
misma y contundente tendencia a favor de Carlos Joaquín para la gubernatura.
Lo único que se ve
al sol son sus reflejos pues se van entonando los discursos de campaña:
"que les quede claro a los de enfrente, ¡vamos a ganar!, porque aquí somos
leales y no traidores como Carlos Joaquín" dice Mauricio Góngora ante una
audiencia que ya es suya y, por lo tanto, no es la destinataria del mensaje.
"Es nuestra elección y la defenderemos hasta donde tope, incluso con la
vida" dice Carlos encendiendo los ánimos de sus oyentes.
Diálogo público y
cifrado que muestra desafíos y puede esconder amenazas. Su límite deberá ser la
voluntad ciudadana. Cualquier intento de desvirtuarla puede encender mechas
incontrolables.
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