Las fotos que no te tomes


A los 20 días:
Una entrevista post electoral optimista y amenazadora puso en alerta a su objeto de tiro.
La gira del agradecimiento, extensión de la euforia, frustrada por el lamentable (e inoportuno -en sentido político y no personal, desde luego-) deceso del padre del gobernador electo. La pena y la introspección comprensibles por el acontecimiento fueron sacudidas por el paquete de blindaje para la impunidad del actual gobierno. 
Trajo a la escena, como recordatorio, que hay un lapso de tres meses de interregno que en la formalidad son de transición pero que en el forcejeo no puede haber espacios vacíos. Todo no va a empezar el día que se tome protesta; ya empezó.
O no. La cohesión del aparato cooptado por el gobierno se puso a funcionar eficazmente para controlar e imponer los términos no sólo de la salida sino para condicionar la llegada sin que le afecte. 
Nada que lo neutralizara. Con la iniciativa en contra, reacción tardía. 
El vídeo reactivo (e ignorado) del rechazo al madruguete ha sido la única aparición del gobernador electo, sin que dejara sentir el peso del cambio. Quedo como un tierno llamado individual a la buena conciencia de los que se disponen a fusilarlo.

                                          

La respuesta práctica desde el comando que lo resguarda se redujo a una ineficaz 'operación de gabinete'. Llamadas y mensajes triangulados con promesas de un futuro incierto para diputados y regidores en activo tuvieron nulo efecto.
La contienda política incluye entre sus instrumentos la concentración y movilización ciudadana masiva cuando se cuenta con ella y es necesaria. Lo era. La gente así lo entendió espontánea, en la calle, sacudiendo vallas, rompiendo puertas y gritando consignas; entusiasmada con su enojo y dispuesta a defender con acciones lo nuevo que siente suyo. 
A lo más que atinaron algunos dirigentes partidistas fue hacerse presentes y tomarse la foto para que se notara. Por si alguien lo sospechaba, está claro que el voto económicamente prestado, cautivo o corporativo no es un ciudadano activo.
Faltó el liderazgo eje que articulara la protesta creciente para detener la legalización de las medidas arbitrarias. No había otra manera. La gente movilizada se quedó volteando a los lados, expuesta, con un cierto grado de desamparo, y regresó a casa. 
No hay caras con liderazgo reconocido ni iniciativas centrales que cubran la ausencia.
Las ideas mueven al mundo. El cambio está quieto.
Ni siquiera una reaparición en son de trabajo con los aliados que fueron electos. Presidentes y diputados. Cuando menos para la foto. ¿Descanso obligatorio hasta que timbre la entrada? Con el riesgo de que cada cual se tire pa'l monte.
El 'cuarto de guerra' entró en su paz chicha, se fue de vacaciones o debe estar desmantelado ¡misión cumplida!, mientras el enemigo bombardea. Puede ser que se haya transformado en una distraída y reducida oficina de selección de personal. Próximamente agencia de colocaciones.
Aquí el único que se ha creído el cambio con orden es quien lo ha propiciado para recibirlo. El que se va se siente amenazado y dejará un turbio, enredado y maloliente tiradero. Dudo que haya entrega completa y documentada. Menos ahora.


                                        

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