Llanos de nada

Fueron apareciendo los pedazos del alma prohibida entre los escombros de una sombra engatusada por sí misma.
Los retazos se ponen a la venta en el mercado negro de las sonrisas. Cuestan lo mismo que cuesta la vida.
Partieron a retirada sus encantos bajo los rincones despreciables de quien huye sin bandera.
La vieron llegar humedecida los pájaros al amanecer. Callaron de felicidad por el resto de sus días.
No era de este mundo su estela de cobalto y de marfil sino del otro lado de la isla.
Jalones rasgados de tristeza hasta estallar en nuevas melodías con témpanos de escarcha.
Vendrán para hacer de mí lo todo y nada.

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