Que diga el PRI si aprueba el blindaje


El PRI no debería guardar silencio porque con ello otorga. ¿O es línea general del partido promover que sus gobernadores salientes de "blinden" jurídicamente con normativas y nombramientos a modo para asegurarse un futuro impune? Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz, con los gobernadores que se van más cuestionados por su opacidad y autoritarismo, están aplicando el mismo esquema a pesar del reclamo público que todos los días se los restriega con impotencia. No les importa porque la ley la tienen en el puño.  Para coincidencia es mucha casualidad. Va de vuelta: ¿se pusieron de acuerdo ellos solitos y ni el gobierno federal ni su partido se dan por enterados o desde ahí mismo los asesoraron?

Es una pésima aportación al juego pluripartidista que cada vez más se despega de ser una democracia aceptable para los ciudadanos y respetable en el mundo. De vergüenza. El juego perverso sería: ganar el gobierno; gobernar sin controles; asegurarse de conquistar la mayoría absoluta del Congreso en las elecciones intermedias, cueste lo que cueste (para eso también es el presupuesto que no se va a comprobar); seguir con la hilacha de la voluntad sin medida aunque se pierda el gobierno; asegurar la salida con la mayoría de incondicionales que se compró. Y vuelta al que sigue… Nada pasa nada. No es cualquier cosa, entonces, que el PRI guarde silencio en estas circunstancias. Se llama complicidad.

De generalizarse con éxito estas maniobras el mensaje es pernicioso. Como antídoto hay que cerrar el paso a que los gobiernos y los diputados puedan tomar este tipo de decisiones una vez conocido los resultados electorales que los van a sustituir, pero sobre todo, requerimos el paso a la rendición de cuentas obligadas, abierta y claras; no simuladas, maquilladas y manipuladas como ahora.

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