La izquierda electoral gringa (y 3)
"El
uso de energía solar no ha sido desarrollado porque la industria del petróleo
no posee el sol." Así de enfática, la izquierda norteamericana centra sus
propuestas programáticas en revertir los desastres económicos, ecológicos y
sociales causados por las grandes corporaciones monopólicas, sean energéticas,
mineras, financieras, alimenticias y, sobre todo, armamentistas. Los gobiernos
Demócratas y Republicanos se deben a ellas y, sin distingos, están a sus
servicios estimulando guerras y confrontaciones violentas en distintas partes
del mundo; a la vez que laceran las condiciones de vida y los derechos humanos
de los norteamericanos.
Con
ese diagnóstico la oposición se está agrupando para las próximas elecciones en
torno al programa propuesto por Jill Stein, candidata presidencial del Partido
Verde. Se están sumando Demócratas inconformes con la candidatura de Hillary Clinton, quienes se consideran a sí mismos como "progresistas
populistas" en contraposición de los "políticos corporativos"
ligados al oficialismo.
Poner
fin a las guerras y los ataques con drones, cortar el gasto militar en al menos
un 50%, cerrar las más de 700 bases militares extranjeras, iniciar el desarme
nuclear y eliminar la venta de armas a violadores de los derechos humanos
forman parte de sus iniciativas. En el ámbito interno, apuntan hacia reformas
electorales que rompan el gran dominio de dinero; crear una democracia
verdaderamente representativa mediante la financiación pública de las campañas
de acuerdo a la preferencia del voto, la representación proporcional, los debates abiertos y la elección sólo por voto
directo, secreto y universal.
Reman
contracorriente, pero como ellos mismos dijeron con optimismo después de los
resultados positivos que obtuvieron los demócratas progresistas por sobre los
corporativos en las elecciones locales de Chicago el año pasado:
"En
las ciudades de todo el país, los progresistas populistas están superando a los
políticos corporativos mediante la ejecución de un programa que pone a la gente
y al planeta por delante de los beneficios excesivos. A medida que sigue
creciendo el descontento con un sistema que favorece a las corporaciones y a
los súper ricos, también lo hará un nuevo movimiento político " … "Un
movimiento progresista está creciendo y está capturando los corazones y las
mentes. Mientras ellos compran la elección a manos llenas, estamos viendo un nuevo polo
izquierdo emerger en la política estadounidense ".
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