Las cuentas mochas del Dr. Pech
"Al ladrón", grita
desaforado el cómplice del bandido a la vez que señala hacia el flanco por
donde llega la gendarmería. Pura distracción. Así el dirigente estatal de
Morena cuando se pone analítico sobre la deuda pública que dejó en el desastre
a las finanzas de Quintana Roo.
Las deudas del Doctor.
Escucho con atención las
reflexiones videograbadas del Dr. José Luis Pech sobre lo que, asegura, es
"la tremenda deuda que dicen que no es deuda". Tiene razón: todo lo
que señala es deuda. Y tremenda. Capital contratado e intereses. Más aún, se
queda corto: lo que él refiere solamente es la deuda bancaria a largo plazo
acumulada. Podría agregar que por ahí hay algo mas por pagar a corto plazo y a
proveedores, por ejemplo.
Más que tremenda, la deuda es una
barbaridad. Un abuso. Un despropósito que los gobiernos anteriores clavaron a
la mala en la espalda de los ciudadanos y colocaron a las finanzas públicas en
un auténtico punto de quiebra y de inoperatividad, si se dejan como están.
El gobierno estatal recién
llegado ha optado por enfrentar la situación mediante un proceso de
reestructuración para liberar recursos que le permitan operar y replantear su
política financiera. Al cabeza de Morena eso le parece una medida
"irracional y moralmente inaceptable" aunque no nos dice cómo salir
del atolladero. Si es que le importa que el estado salga, lo cual no parece. Lo
omite.
Tal y como omitió el tema durante
su campaña electoral por la gubernatura. No encuentro pistas sobre alguna
opinión (para no hablar de propuesta) que le haya merecido el asunto durante la
campaña, ni en su página de propuestas, ni en sus redes sociales. El problema
era conocido pero no fijó su posición. Le quedó a deber a los electores. Cabe,
entonces, preguntarse: ¿Qué habría hecho el Dr. Pech con este problema si le
hubiera caído en las manos en el caso, totalmente hipotético, de que hubiera ganado? Evito las especulaciones. La respuesta nos la debe.
¿Y los responsables del atraco?
Pero lo que más resalta de ese
ejercicio crítico acusatorio es la verdadera causa que lo motiva: el Dr. Pech
se esmera en hacer la crítica contra quien recibió el estado enfermo y se
aplica en encontrar un remedio, pero no dice ni media palabra sobre los que
causaron impunemente la enfermedad. Como si la crisis financiera hubiera caído
de la nada y no existiera responsabilidad que reclamar.
Siguiendo los datos de la
Secretaria de Hacienda se evidencia lo que el dirigente de Morena trata de
cubrir con su cortina de humo púrpura. Al tomar la administración del estado en
2004 , Félix González recibió una deuda de 1,505 millones de pesos en
condiciones manejables. Para 2009 ya la había incrementado en 150% poniendo
niveles complicados para poder cubrirla con los ingresos totales del estado:
3,742 millones. ¿Dónde estaba entonces el filo crítico del Dr. Pech? Pero un
año después, en 2010, año de la elección para la imposición de Roberto Borge,
la elevó de un tajo desproporcionado en otro ¡170%! poniéndola en los
desorbitados 10,037 millones de pesos. Fuera de todo manejo inmediato posible y
endosando el futuro de los quintanarroenses. Huelga decir el uso que se le dio
a esos recursos. ¿Estaba por ahí el Dr. Pech?
Como remate, Borge se encargó de
volver a duplicarla, rondando como está en los 20 mil millones de pesos
(siempre refiriendo solamente la deuda contratada sin intereses. Deuda ésta que, por cierto, fue contratada con tasas de interés al doble de las promedio en el mercado) convirtiendo a
Quintana Roo en el estado más endeudado del país, en relación al número de
habitantes o a Producto Interno Bruto estatal o a las transferencias federales
recibidas. Así fue madurando la deuda escandalosa y opaca que tiene en vilo a
una economía boyante hacia afuera y destrozada en su interior. Ni enterado
estuvo el candidato a gobernador del "principal partido opositor",
"el único verdaderamente independiente". ¿En dónde estaba el Dr. Pech?
La
respuesta parece obvia. Ha estado todo el tiempo en donde mismo sigue: echando
humo distractor y justificante como furgón de cola de un tren que está a punto
de desbarrancar. Lo verdaderamente irracional y moralmente inaceptable es vestir los ropajes de opositor para hacerle el paro a los bandidos.
La versión Morena de AMLO.
¿Va a seguir Morena-Quintana Roo por ese camino?
Parece un contrasentido. Como ir en sentido inverso de lo que, dice, se propone. El domingo 20 de Noviembre, en el marco de un Congreso Nacional de su partido pero sobre todo bajo el cobijo conmemorativo de la históricamente llamada Revolución Mexicana, Andrés Manuel López Obrador presentó al país la versión actualizada de los lineamientos para lo que ha venido llamando su "Proyecto Alternativo de Nación".
Un extenso documento de diagnostico y en parte propositivo que debe ser revisado al calor de las condiciones críticas del país. Vale por lo que dice y por lo que omite. Por los nuevos sesgos y las inflexiones en el discurso. Cincuenta puntos dirigidos hacia el país, con los que se puede estar de acuerdo o no, pero que claramente apuntan en una ruta contraria a la que el Dr. Pech ha venido representando en su nombre por las brechas del Caribe.
Morena tiene cosas por hacer si acaso quiere que, por lo menos, se le reconozca congruencia.
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