Pirotecnia: juegos de simulación
Quemado el niño a tapar el humo.
Iniciaron de inmediato, por todos lados, los operativos para decomisar
toneladas de cohetes y de pirotecnia de los puestos decembrinos. Nadie sabe cómo
llegaron ahí pero todos saben en dónde están. ¡A por ellos! Maldita la hora. Por
si acaso, algún diputado se pone repentinamente lúcido y exige, indignado, un mayor
control en la expedición de los permisos para la elaboración de juegos
pirotécnicos. ¡Oh!
Tultepec es conocida como la capital de los “fuegos artificiales” artesanales de México, con 200 años de
tradición. El 65% de su población está involucrada directa o indirectamente en
esa actividad y por lo menos cinco municipios más del Estado de México están en
lo mismo. En conjunto, más de 60 municipios mexiquenses tienen algún fabricante
de pirotecnia.
Los estallidos y los quemados no son una novedad: el mercado de
San Pablito, donde ahora sucedió, los padeció de manera grave en 2005
y 2006. Pero no hay que ir muy lejos: en otros puntos del mismo Tultepec, en marzo
y octubre de este año hubo incidentes; muertos incluidos.
A pesar de ello, hace unos días las autoridades del EdoMex aseguraron que el mercado de San Pablito era el “más seguro de Latinoamérica". Según comunicado del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, "los espacios son suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo". Los locatarios se sumaron a la fiesta del optimismo: "los visitantes encontrarán un lugar seguro y con las medidas de seguridad necesarias". Horas después fueron desmentidos.
Sucedido el drama, el Presidente
Municipal de la localidad afirma que el mercado será reabierto en cuanto se den
las condiciones. Mensajes de esquizofrenia, pura pirotecnia verbal, para un país confundido en las
entendederas, entumidas de tanta golpiza recibida.
Las voces más críticas hablan de una tragedia anunciada y responsabilizan al ejército por omisión y negligencia ya que la Sedena es la dependencia encargada de expedir las licencias y permisos para la compra, almacenamiento y venta de la pirotecnia. Nada bien le cae este acontecimiento a los mandos militares justo cuando en el país se debate sobre el papel que deben jugar las fuerzas armadas en los asuntos de la seguridad pública.
Las voces más críticas hablan de una tragedia anunciada y responsabilizan al ejército por omisión y negligencia ya que la Sedena es la dependencia encargada de expedir las licencias y permisos para la compra, almacenamiento y venta de la pirotecnia. Nada bien le cae este acontecimiento a los mandos militares justo cuando en el país se debate sobre el papel que deben jugar las fuerzas armadas en los asuntos de la seguridad pública.
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