Señales desde el EdoMex

Notas al calor inmediato de la información conocida sobre la forma que en que se presentarán los diferentes partidos a las elecciones locales de este año en el Estado de México. Se especuló sobre la posibilidad de una alianza PAN-PRD con miras a desbancar al PRI del poder en el estado más importante del país. El intento de alianza se ha frustrado. 
  • Alejandro Encinas era la única propuesta que podría haber concitado coincidencias para ser el candidato a gobernador de una alianza PAN-PRD (que hubiese incluido al PT y a MC).
  • Encinas hubiera querido ser el candidato de una alianza más amplia que incluyera también a Morena. Ese amarre le daba certeza.
  • Morena optó de manera clara por su propia candidata. No sólo no iría con el PAN sino que quiere desfondar al PRD. Tampoco iba a fortalecer una alianza entre los partidos que, de prolongarse, se le enfrentarían posteriormente en la elección presidencial (encabezada por el PAN)
  • Encinas decide por no manifestarse públicamente, con lo que no hay posibilidades para el PRD de abanderar su propuesta. Se cayó la iniciativa.
  • La alianza del PRD se reducirá a cargar con el PT. Por su parte, pensando en la elección federal del año próximo, MC decide no incluirse.
  • Decir que la no alianza opositora es un trabajo a favor del PRI es una verdad a medias. La decisión de Encinas y la de los perredistas opuestos a la alianza (ADN) juegan especialmente a favor de AMLO y de la estrategia de Morena.
  • El gran riesgo para Encinas era ir a una alianza PAN-PRD que sirviera para gestionar sus acuerdos hacia el 2018 -en dónde el primero llevaría la candidatura presidencial-  y que en el proceso de su elección los panistas lo dejaran sutilmente tirado en el camino por la desconfianza que les suscita de ser propuesta del PRD, pero sobre todo por su pretendida identidad con AMLO. El factor determinante de su decisión fue, por tanto, este último.
  • El común denominador sigue siendo el PAN a pesar de que se le cayó una carta de presión-negociación con el PRI rumbo a las presidenciales. Esa era la jugada de Anaya. Aun así, el escenario general les favorece. Las posibilidades del PRI para el 2018 se ven cuesta arriba. Si el PRD quiere sumarse al candidato panista en 2018 será bien recibido pero ya de gratis y disminuido, sin el posicionamiento que le hubiera permitido la alianza en el EdoMex.
  • AMLO juega a posicionarse por arriba del PRD en el EdoMex -aunque tenga pocas posibilidades de ganar- desplazarlo y con ello potenciar su candidatura presidencial. Su disputa principal va a ser, entonces, contra el PAN y seguramente en ello va a contar con el apoyo de los perredistas que se opusieron a la alianza opositora. Ya le hicieron el primer favor y seguramente podrán concertar un acuerdo en el proceso electoral del 17 rumbo al 18.
  • MC perfila para hundirse en la marginalidad al igual que el PT, acompañando ambos al PRD en el camino hacia el despeñadero. Estarán dependiendo de lo que suceda con Morena y la eventualidad de la candidatura de AMLO y de su (in)disposición a las alianzas.
  • La izquierda electoral mexicana, sustentada en candidaturas presidenciales de personajes fuertes y unipersonales se enfila para cambiar de emblema. Si acaso se concreta. En caso de no existir esa candidatura en el 2018 la izquierda quedaría prácticamente borrada electoralmente, dando paso, finalmente, a un tipo de bipartidismo hegemónico entre PRI y PAN, rodeados de sus respectivos satélites.

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