Tiempos de recelo

La desconfianza en las instituciones no cede. Las causas comunes no reconocen en la cosa pública a su representante legítima. El individualismo se asienta en un reiterado sálvese cada quien como pueda y en esas aguas turbias y revueltas florecen los pescadores furtivos que se benefician con la violencia, la corrupción y la impunidad que las cobija.

Hilan siete años de bajas en credibilidad / El Economista

Decirlo y reconocerlo ya parece folclor, una normalidad discursiva dentro de nuestra anormal democracia.

Una nota periodística, de las que no suelen ser noticia porque no es de tanto escándalo (aunque debiera) y sí da vergüenza, da fe de la confesión de parte nada menos que de una institución que debería contar con la primerísima confianza ciudadana. 

¿Plan con maña? Frente a las elecciones presidenciales, si la institución que debería ser garante de la credibilidad democrática no genera confianza, la pregunta lógica es si vale la pena utilizarla. 

Dice a la letra:

El INE reconoce que existe una desconfianza ciudadana hacia las instituciones

Los representantes del Instituto Nacional Electoral (Lorenzo Córdova), del INAI (Francisco Javier Acuña Llamas) y de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (Perla Gómez), participaron en el 12 Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos de México, "Cultura Cívica, Ciudadanía Integral y Democracia".


En el evento, los encargados de las instituciones autónomas del país hablaron sobre la calidad y credibilidad de los organismos de gobernanza del poder, ante lo cual no dieron un balance esperanzador. Por el contrario, en un ánimo de autocrítica, hablaron de la "erosión de la democracia" y de la "falta de legitimidad en todos los niveles de gobierno".
"Se trata de momentos muy delicados de la vida pública, porque esa erosión de la confianza abre la vía para la erosión de la institucionalidad democrática..."
Las negritas son de mi cosecha. La nota completa se encuentra aquí:
http://www.lapoliticaonline.com.mx/nota/101831-el-ine-reconoce-que-existe-una-desconfianza-ciudadana-hacia-las-instituciones/


Volver al tema no es ocioso. Entre muchas voces hemos recalcado que quienes tenemos alguna responsabilidad de función o representación pública (y no sólo) nos debemos a la tarea fundamental, en estos tiempos de recelo general, de construir y reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones. Sin ello el florido marco normativo que tenemos es mera carcasa hueca y la convivencia en común una ley de la selva institucionalizada

Hilan siete años de bajas en credibilidad / El Economista

CONFIANZA se consigue empezando por hacer bien las cosas, lo que corresponde y el extra, con transparencia y rendición de cuentas. En términos de los gobiernos locales, vertebrarla desde una política social estratégica, sólida, continua y mensurable, que vaya reduciendo notoriamente los rezagos. Y comunicar, comunicar, comunicar, involucrando en decisiones y operatividades a la sociedad civil organizada.

Todo lo que no redunde en esta espiral virtuosa son fuegos artificiales. Mera demagogia. 

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