4T: cumplir siendo gobierno


(El siguiente documento fue elaborado como una aportación personal para la consideración del equipo de La Unidad de las Izquierdas en Quintana Roo y colgado, en tres partes, en el grupo de WhatsApp entre los días 9 al 15 de junio, 2020)

1. EL GRAN RETO QUE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN.

Estamos a un año de que se celebren las elecciones más grandes en la historia de México, por el número de cargos de representación que estarán en disputa.

El resultado de esas elecciones determinará si en la segunda mitad del gobierno del cambio se puede avanzar de manera fluida con la Cuarta Transformación (4T) del país o si se dará paso a su contención y parálisis, con riesgo de retroceder hacia las formas, prácticas y privilegios que añoran sus detractores. 

La 4T ha establecido su ruta y está enfilada en ese camino, pero como meta es aún una aspiración en gestación; una realidad parcial que transita, con las dificultades propias de los cambios profundos, hacia su realidad definitiva. La transformación verdadera para México está en el momento justo en el cual sus enemigos (que siguen siendo poderosos) la denuestan, la desvirtúan, la tergiversan, la van minando y sienten que la pueden abortar.

Con ese objetivo pondrán los conservadores y contrarreformistas toda su voluntad y empeño para tratar de ganar las elecciones del año próximo. A todos los niveles, del Congreso Federal a los municipios. 

Inmenso será el desafío electoral en 2021 para la 4T. No se puede quedar a medias como la gran ilusión frustrada de las masas empobrecidas de este país. Estamos apenas en una primera etapa, muy incipiente, del cambio. Debe continuar hasta ser irreversible. Aún se necesita contar con el tiempo y las condiciones para que se asientan sus bases profundas en la realidad nacional. Por su permanencia, para la 4T ganar o perder no debe ser opcional.


2. LA CUARTA TRANSFORMACIÓN COMO GOBIERNO Y MOVIMIENTO.

Siendo la Cuarta Transformación un proceso político y social de cambio, para alcanzar su consolidación y haga historia en la memoria mexicana, no basta con ganar elecciones. Ese es solamente un primer paso. Se ganan elecciones para gobernar.

Si bien es cierto que la idea de avanzar hacia la Cuarta Transformación del país surgió como aspiración de campaña, hoy se ha transformado en el concepto que da identidad al gobierno de la república. La 4T es gobierno. 

La Cuarta Transformación de México se induce y conduce desde el gobierno, por lo tanto tiene la obligación primerísima de cumplirle a los mexicanos. Debe dar buenos resultado ejerciendo la correcta, profesional, útil y honesta gestión pública y de representación. Requiere ejercicios administrativos y legislativos eficientes, eficaces, transparentes y abiertos. Contundentes. 

Pero la 4T también tiene otra cara complementaria: es pueblo activo; movimiento social desde abajo. Su tarea en este frente es intensificar la organización comunitaria para ampliar y defender las conquistas y los beneficios de las mayorías, apelando a la participación de individuos libres, a la solidaridad y a la presencia popular en las calles según sea necesario. Existe antes de ser gobierno; va más allá de los limites y tiempos del gobierno, más hoy ambos se necesitan indisolubles.

Entonces, para que el cambio profundo sea duradero y finalmente definitivo amerita llevarse a cabo de manera multifactorial, estratégica, masiva, permanente y articulada en torno al Eje Buenos Gobiernos-Movilización Social.

Al movimiento social popular le corresponde la defensa de su gobierno. La Unidad de las Izquierdas identificó desde el primer momento la importancia estratégica de contar con mecanismos y métodos de defensa del proyecto transformador. Así se decantó orgánicamente y de inmediato por la construcción territorial de Comités de Defensa de la 4T. Forma parte de la reacciones tradicionales dentro de la naturaleza histórica de las luchas de las izquierdas, ahora en el gobierno. Sus directrices están trazadas en los documentos, videos y declaraciones emitidos por su Coordinación General. Esa tarea debe continuar y expandirse por todo el país. 

Como gobierno en todos los niveles donde se ejerce, la 4T tiene que pasar por el escrutinio de la satisfacción social y ciudadana. Se gobierna para todos y se debe hacer bien. 

Se puede apreciar que los tiempos electorales prácticamente nos alcanzaron. Ahora debemos cuidar que los plazos políticos, cada vez más acelerados, no nos rebasen. Y si la mejor defensa es el ataque, conviene considerar la urgencia de pasar a tomar la iniciativa política sobre el primer factor del binomio: los buenos gobiernos y los buenos legisladores.

¿Esta la 4T (considerada en su globalidad) cumpliendo satisfactoriamente con ese factor tan necesario para la gente?

La Cuarta Transformación no es una persona, un partido o un período de seis años. Es una una visión del mundo y de la nación, con su propia estrategia para construir una sociedad más igualitaria. Entre otras plataformas, se expresa en un Plan General y en Programas de Gobierno. ¿Quién los cumple y quien no?

En unos cuantos meses tendremos a un tropel de gobernantes, funcionarios, legisladores y dirigentes políticos o sociales, amparados por el manto de la 4T, que estarán tratando de reelegirse, promoviendo otras candidaturas o intentando influir en las decisiones sobre quienes deben ser los que llevaran la responsabilidad de consolidar la transformación en la segunda mitad del gobierno del Presidente AMLO.

¿Tienen la cara y las manos limpias para hacerlo? ¿Han hecho la tarea? ¿Han levantado en alto la bandera de la 4T con la llegaron al cargo? ¿Quienes sí y quienes no? ¿Los avala el cumplimiento de sus actuales responsabilidades o tendremos a los opositores utilizándolos como ejemplo para decir que la 4T es un fiasco o una decepción en tal o cual secretaría, estado, municipio, cabildo o legislatura?

Desde la Unidad de las Izquierdas -cada quien en su propio entorno- lo podemos y debemos diagnosticar para potenciar y difundir los casos de nuestros representantes positivamente valorados, sus iniciativas, propuestas y buenos resultados. De lo federal a lo local. Diagnóstico que también nos deberá servir para atajar, neutralizar o revertir a tiempo los casos indeseables que, por no cumplir adecuadamente con su responsabilidad, se pueden convertir (o ya están siendo) en una especie de "fuego amigo" o "durmiendo con el enemigo" (voluntaria o involuntariamente).

Si la plaza está bajo asedio para derrumbarla desde afuera, también debemos poner atención en las debilidades internas que la pueden gangrenar o dinamitar desde adentro.

Es una forma adicional para la defensa del proyecto de la la 4T.


3. LA CUARTA TRANSFORMACIÓN COMO POLÍTICA PÚBLICA

La Cuarta Transformación es gobierno. En primer lugar porque el concepto surgió desde el interior del actual gobierno, especialmente del Presidente de la República; en segundo lugar, porque ha logrado penetrar en el imaginario colectivo y hoy es la identidad del gobierno, "el gobierno de la 4T" como ya se le conoce y, finalmente, porque en su aspecto aspiracional -para dejar asentado en el país un cambio profundo y duradero- depende de los resultados que arroje el ejercicio del gobierno. 

Apenas vió la luz en los discursos de campaña, el concepto Cuarta Transformación se convirtió en materia de debate y hasta de especulaciones. Desde quienes lo ven como un artificio propagandístico y retórico sin contenido político o ideológico, hasta quienes lo significan "ni más ni menos como la refundación del Estado mexicano".

Si quisiéramos resumir a la 4T en un breve párrafo, nos sirve muy bien el acuñado por la Unidad de las Izquierdas pues "reconoce que la 4T es precisamente un legítimo proceso de cambio, que busca instalar un Estado social de derecho, en beneficio de las mayorías de nuestro país..."

¿Cómo se manifiesta ese proceso de cambio en la vida práctica, esto es, en el discurso y en el ejercicio de gobierno de quienes actúan en nombre o bajo cobijo de la 4T? ¿Cuales son sus ejes rectores?

Los que identificamos como fundamentales son los siguientes:

- Manifestación explícita y reiterada no solamente de decir sino de hacer, como gobierno, cosas diferentes para obtener resultados distintos a los que arrojaban los regímenes anteriores. "No somos iguales a los de antes". "Somos diferentes".

- Erradicación total de la corrupción en los diferentes órdenes de gobierno y poderes del Estado. El nuevo paradigma, entonces, es sinónimo de honestidad, transparencia, rendición de cuentas y ejercicio abierto de la función pública.

- Tomar medidas y ejecutar acciones para acercar el bienestar hacia el pueblo, empezando por favorecer a los sectores sociales históricamente excluidos y marginados. Secretaría del Bienestar. Banco del Bienestar. Instituto de Salud para el Bienestar. Universidades para el Bienestar. Programas del Bienestar. Estrategias ambientales para el Bienestar… El punto de llegada está definido y tiene nombre. 

- Modificación y simplificación de la estructura institucional del aparato de gobierno y sus presupuestos, para dinamizar la ejecución de políticas públicas, sus planes, programas y proyectos que redunden en el objetivo: bienestar social. La austeridad como punto de partida.

- Elaboración del entramado jurídico y normativo necesario para dar soporte legal a los cambios propuestos y ejecutados.

En síntesis:
Honestidad, transparencia y manejo eficiente de los recursos públicos.
Acciones efectivas para el bienestar popular.
Austeridad.
Reglas claras y actualizadas para el predominio de la legalidad.

Este breve y simple recuento nos da la pista sobre los temas en que debemos enfocar nuestra atención para dar seguimiento a las acciones de los gobiernos locales identificados públicamente como abanderados de la 4T. ¿Están abatiendo la corrupción? ¿Son austeros? ¿Transparentes? ¿Abiertos? ¿Sus acciones impactan en el bienestar de la gente? ¿Son temas que forman parte de su narrativa? Para el caso de legisladores y regidores, ¿están dando respaldo normativo a sus gobiernos?

Para fines del seguimiento político de las acciones de gobierno y su eventual impacto en el ánimo electoral nos es suficiente con el alcance de este breve diagnóstico. Se refiere exclusivamente al "qué" hacer, para saber si se está haciendo.

No se nos escapa que existe un gran universo adicional y necesario de atención puntual y detallada -factor fundamental para un buen gobierno- relativo al "cómo" hacerlo. Sirva decir, por ahora, que debe ser de manera eficiente y eficaz, esto es, profesional, de calidad y en muchos casos especializada y con alta preparación. Para cumplirle al pueblo como se merece no bastan los buenos deseos y la voluntariosa y dedicada improvisación. 

Reiteramos: sin buenos gobiernos no habrá cambio profundo que resista y perdure. Un amplio arsenal de aprendizaje en sus luchas permite que hoy la sociedad mexicana lo sepa identificar, valorar, premiar o castigar. De eso nadie se salva. Tarde o temprano. Está escrito como ley en la historia de los pueblos.

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