Opinólogo sin prensa

La irrupción ha sido fantasmagórica. Caótica. Acelerada. Invasiva. 

Tomar fotografías era cosa de tener el instrumento específico adecuado para capturar la imágen en una película de acetato y que se mantuviera "negativa" -sin que le diera la luz- hasta el revelado. Aprendí más o menos a encuadrar y a enfocar con profundidad de campo, sin que el horizonte se me convirtiera en una rampa irreparable. A revelar, nunca, a pesar de mi deseo circundante. Los laboratorios de química siempre estuvieron, por alguna razón maligna, en pasillos distintos y distantes al de fotografía. La reflex Minolta sobrevive con todo y sus abolladuras. Su carrete frecuentaba más los rollos de 24 exposiciones (por razones presupuestales), aunque siempre se sentía mejor, como más importante, al portar el de 36. Cuando parecía que se iba definitivamente al museo privado, que no es más que el cajón de las nostalgias o el olvido sirvió para que Marga (ésta mi hija) la incorporara en su proceso práctico de aprendizaje histórico de la fotografía; para que supiera cómo funcionaba el equipo que ella ya no habría de usar. Su utilidad acababa de pasar de moda, casi en la transición, pero para ella y sus compañeros habrá sido algo así como un repaso de antropología. Bien por la escuela.

Publicar era cosa de encontrar al atrevido que se dispusiera a mancharse los dedos con tinta, con tal de poner tu texto sobre papel. La primera asignatura optativa que alguna vez pude elegir, en el inicio de la secundaria, fue el Taller de Imprenta. Aprendí la palabra "linotipo" y que existían los linotipistas. Existieron.


El Taller de Electricidad, en el que aprendí a hacer las conexiones en serie y en paralelo llegó en el ciclo siguiente. Yo quería continuar en la imprenta pero me dijeron que nó, que eso era para los de Primero. Tenía que escoger otra cosa para conocer la diversidad de manualidades.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”