¿Quién le ganó al Estado?
En Michoacán fue derrotada una notoria y denunciada elección de Estado promovida desde el gobierno federal a favor de la hermana del Presidente de la República. Para Calderón era un objetivo de alta prioridad. Sin embargo, la gubernatura oficialmente queda en manos del PRI.
Las interrogantes surgen: ¿Quién le ganó a la fuerza del aparato de Estado?, ¿El candidato Fausto Vallejo?, ¿El PRI de Michoacán?, ¿El PRI nacional? (Humberto Moreira se pavonea presumiendo que llegó al partido para hacerlo ganar), ¿La inercia de la precampaña de Peña Nieto? ¿El club de gobernadores priístas comandados por el mexiquense? ¿O todo lo anterior más la ayuda, con recursos y operación, de poderes fácticos de diversa monta?
Los Calderón lo atribuyen a la intervención directa del crimen organizado. Ese fue el centro del mensaje que Luisa María dio al reconocer los resultados adversos: llamó a su contendiente triunfador para que no se doblegue ante los criminales que de alguna manera lo ayudaron a ganar. Ese mismo ha sido el sesgo del discurso presidencial a propósito del aniversario de la Revolución Mexicana: alertó para “no permitir que sea el crimen organizado el que determine la intención del voto”. México necesita “demócratas que reconozcan y actúen cuando (se presente) la intromisión de criminales en la determinación del voto libre de los ciudadanos; no hacerlo resulta inadmisible”.
En el mismo evento el nuevo Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, reconoció que “existe la posibilidad de que el crimen organizado meta las manos en las elecciones del próximo año”. Ejemplo es “el signo preocupante de grupos delictivos pretendiendo amedrentar a la población durante alguna jornada electoral”.
La referencia no podría ser más directa. No es casualidad. Que lo diga Cocoa puede sonar a despecho por haber perdido cuando se daba por segura ganadora. Pero que lo digan el jefe y el sub jefe de Estado, desde una tribuna oficial y ante los jerarcas de las Fuerzas Armadas, es demasiado para ser berrinche. Algo deben de saber. Algo así como que en Michoacán al aparato de Estado le ganaron, juntos, el PRI y algunos malosos. Y que se corre el riesgo de que vuelva a suceder el año próximo.
De suceder lo que advierten los más altos jefes políticos del país, ya le estaremos poniendo nuevo adjetivo al Estado Mexicano.
¿Tendrá que ver esta circunstancia con la repentina demostración de soberbia de Peña Nieto en el PRI, vía Moreira? La política de alianzas electorales que pactaron con Elba Esther (Panal) y con el Verde, así como la posible eliminación anticipada de Manlio Beltrones de la contienda interna, además de los cálculos políticos que pudieran suponer, más bien parecen los intentos de rearticulación por parte de la corriente hegemónico de ese partido con importantes grupos de poder. Habrá más señales. Las veremos de aquí al domingo 27 si el bárbaro del norte decide apuntarse para disputarle la candidatura al hijo pródigo del grupo Atlacomulco o si toma su propia ruta.
Un posible escenario: candidatura compartida.
AMLO entró fuerte a la escena pública después de las encuestas. Es el virtual candidato de la izquierda. Antes, tanto él como Peña Nieto coincidieron en ser acérrimos opositores de la propuesta para formar gobiernos de coalición, hasta evitar que la iniciativa llegara a la reforma electoral discutida en el Congreso. Por su parte, Manlio Beltrones fue su principal promotor desde el PRI. Lo secundaban, desde la izquierda, Marcelo Ebrard y sus importantes aliados en el PRD. Véase la actitud de Jesús Ortega que da muestras de no aceptar la pre candidatura de AMLO y lo provoca públicamente. En el otro lado, el PAN no ha terminado de definir con claridad con quien saldrá abanderado. Y puede ser con alguien que sí comparta esa iniciativa. El mismo Calderón la ha respaldado.
En este contexto, puede regresar el tema del gobierno de coalición. Pero ahora como un acuerdo político de hecho que unifique a las franjas coincidentes de los tres partidos. Tendrían que ir detrás de la candidatura del PAN. Seguramente las partes ya lo están considerando.
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