Los hechos del engaño

Ya con la información más detallada de cómo fue el proceso de la visita de Trump a Peña Nieto y de las razones que la motivaron, no queda más que allanarse a la extendida consideración de que fue una estupidez extrema.

El simple dato de que la invitación a los dos candidatos presidenciales norteamericanos más relevantes haya sido una coartada para enmascarar que el interés único era traer al enemigo público internacional número uno es suficiente para el calificativo.

Agréguele los condimentos: engañar a los demócratas, darle la vuelta a la Casa Blanca, pasar por encima de los procedimientos consulares y diplomáticos, ignorar a la canciller encargada de esos asuntos, darle al tipo un trato de Jefe de Estado. Y de remate, ya teniéndolo frente a la prensa y al mundo, dejarse Peña avasallar por el iracundo magnate en calidad de monigote inútil.

¿Qué más se puede decir? Sabiéndose los detalles está justificado el enojo público encarnizado de un lado de la frontera y del otro. Pase lo que pase en aquellas elecciones, el daño histórico parece irreparable. Más si pasa una cosa que la otra, que a estas alturas esperemos que no pase: que gane Trump.

A nivel interno del gobierno mexicano el asunto ya tuvo consecuencias con la renuncia hoy del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ideólogo y actor responsable del desaguisado. Escucho simultáneamente en la TV a funcionarios y a legisladores oficialistas y de oposición dando la vuelta al tema con retórica imprecisa o de plano tratando de justificar lo injustificable. La oposición suavecita critica, pero quedito, para que quede evidencia de la diferencia. Molestia aparte.

Para cerrar el tema por el momento, voy a dejar aquí los enlaces que nos llevan a la información mencionada. Que quede constancia de un hecho que deja trascendencia.


La secuencia de los hechos, como se sabe que sucedieron, la explica de manera muy precisa Raymundo Riva Palacio en esta serie de artículos:

Trump y la crisis del gabinete

La apuesta por Trump (I)

La Revista Forbes pone la observación desde el lado de la candidata demócrata: 




Una interesante nota de Newsweek sobre las posibles razones de la actitud rijoza de Trump con México:

Y la infaltable reacción furibunda de una parte importante de la opinión pública mexicana, sintetizada rotundamente en este artículo de Jesús Silva-Herzog Márquez

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el dinosaurio camaleón

México ante la necesidad de un Nuevo Orden Mundial

No hubo “corcholatas”