Piraña Power

Seguir en esto de las pirañas power me distrae de los buenos desvelos. Las letras vagan entre letrinas acaudaladas en sus paredes con letreros repletos de promesas. Palacios de papel untados de verborrea: la deshonra sonora de las palabras sin ideas. No tienen escapatoria. Queda el lugar libre para los mecenas.
Sólo los acomodos correctos del puntaje al azar reorientarán los vientos. ¿Cómo saberlo? 
El escape tiene dudas y las deudas concedieron para la media huida. Eslabones de compromisos derivados de una cadena de sobregiros. Escondite de avestruz con la cola ardida. 
¿Quién puede vidriar mejor una locomotora? ¿Un camello ovalado o el pirata de la zorra? Milimétricos los cojones que dejan sin fortaleza a las idas y vueltas. Me quedo sin respuestas.
El corsario camaleón y los espectros espiritufláuticos se anidan en los cerebros de las almas serenas. No es por erudición sino por hervores mentales gracias a la herbolaria: se meten humo de yerba mala en los pulmones y el cerebro los hace concebir puras pendejadas. Cucarachas blancas al vapor para el desayuno de tus sesos blandos. No tienen culpa los espectros, por su naturaleza de conquistadores, de atrapar a las almas débiles y extraviadas.
¿Para qué seguir con esto de las pirañas? La paz interior, hermano, la encontraras debajo de la escarcha. Todo lo demás es guerra. Lávate la cara.

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